4:10 Am


Raymond Chang murió un siete de diciembre alrededor de las cuatro y diez de la madrugada. Nadie sabe o sabrá lo que paso por su cabeza antes de jalar el gatillo del revolver calibre 38 que le había regalado su abuelo como recuerdo de su periodo en el ejercito, pero seguramente analizo y recordó con suma claridad todos los acontecimientos que lo habían traído a ese preciso momento: su primer día de escuela, la finalización del secundario y de la universidad, como conoció a su esposa y hasta el amargo día en que ella lo dejo. Solo, en al habitación de uno de esos hoteles en donde la gente suele encontrarse con prostitutas, definitivamente no era el mejor lugar para morir, pero seguramente a Raymond no le importo, no le importo que sus hijos lo odiaran, no le importo perder su trabajo, no le importo convertirse en una escoria de la sociedad, exactamente igual a las sobras que ya nadie quiere, que luego de unos días terminan siendo comida para el perro. Antes de apretar las muelas y prepararse para una eternidad de paz, oscuridad y olvido; Raymond vaciló por unos segundos, pensó que tal vez su patética vida de mierda le demostraría que a pesar de todo, podía empezar de nuevo y luego, como cuando un condenado a muerte se enfrenta a la horca, perdió toda esperanza y su depresión fue mas profunda que antes. Nadie sabe o sabrá lo que paso por la cabeza de Raymond en esos últimos instantes; pero yo lo se, se que se sintio furioso, con su esposa, con sus hijos, con el mundo entero y los culpo por cada desgracia que había padecido, se que simplemente se dio cuenta de la terrible verdad y que no pudo soportar un solo segundo mas sabiéndola y con suma decisión ( tal vez la mayor de toda su vida) apunto el revolver a su cien y jalo firmemente el gatillo. No se esto porque sea omnisciente, ni por que lo espié desde afuera de esa triste habitación donde termino su vida, sino por que mi nombre es Raymond Chang y son las cuatro y diez de la madrugada, del siete de diciembre del dos mil diez.


Escrito por: ianos (2010-12-15)


Ranking: 5.0/2


1 Violinista  
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Diste las suficientes pistas para darse una idea del final, aún así fue sorprecivo, me gustó.





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