cuarto 12 capitulo 11: paternidad


Un hombre de unos 38 años bebe unas copas en la barra de un bar de la ciudad.
— sírveme otra, amigo — le dice al barman.
— Ok — el cantinero le prepara el trago — ¿día difícil? —pregunta
— extremadamente difícil.
— bueno, ya son las 11:35pm. En unos minutos terminara el día, amigo, ya tendrá uno nuevo para continuar, vera que mañana le irá mejor.
— no lo creo, no es tan fácil como eso.
— ¿que le ha sucedido? Si me permite entrometerme.
— no hay problema. —le contesta.
— Tome — le da el trago que preparó — lo escucho amigo.
— dime, ¿tu tienes hijos? —pregunta y bebe su trago.
— si, una niñita de 3 añitos, es preciosa, por ella estoy aquí todas las noches, es mi razón de vida. —contesta.
— ¿y que edad tienes, amigo? —pregunta nuevamente el hombre del bar.
— tengo 25 años, ¿por que?
— ¿tu esposa, o conviviente, que edad tiene?
— ella tiene 22, ¿pero por que me pregunta eso? — pregunta extrañado el joven barman del lugar.
— pues —bebe nuevamente — … es que yo tengo 38 años, en octubre cumplo 39, ya ahorita nada mas, y mi esposa tiene 34, los cumplió hace 2 semanas, y hasta ahora por mas que hemos intentado todo, no hemos podido concebir un hijo.
— ya veo. Es lamentable, debo entender por su tono y la forma en que me lo dice que lo desean realmente.
— ¿te digo algo? Para mi jamás fue tan importante la paternidad, es decir; yo no me atormentaba por ser padre, a pesar de que mis hermanas y hermanos ya son padres, yo soy el ultimo, de 3 hermanos. Tengo sobrinos de hasta 18 años; jamás me importo, yo trabajo para mi, para mi madre y mi esposa, jamás habia pensando en tener hijos o hijas, como te digo — bebe nuevamente — jamás fue una prioridad.
— entiendo.
— pero desde hace un año mas o menos, la presión para con mi esposa de parte de su familia, incluso de la mía, ha sido muy dura, sabes. Su hermana menor, tiene 17 y ya es mamá, cada ves que vamos a visitarla ella, mi esposa se cuelga del bebe, carajo, desde que entramos hasta que salimos se la pasa abrazando, besando, jugando con el bebe, es para mi bastante duro, ya que se nota que desea tener un bebe. Además, cuando hay reuniones de amigas, la gran mayoría lleva a sus hijos, ella es la única que no tiene un bebe, todos sus amigos de la universidad ya son padres, incluso los míos, y pues esa presión sobre ella le duele. Yo pensaba que pues, no habíamos intentado todo, no se, la tensión, trabajamos mucho, pero pues ya es extraño. Llevamos 8 años casados y nada. — saca un cigarrillo para acompañar su trago. — ve sirviéndome otro trago, amigo.
— ok — contesta el barman y continua escuchando.
— desde hace unos meses las discusiones son contantes por ese tema, ya que ella me lo restriega en la cara, jamás discutimos, bueno, es mentira, a veces discutimos por algunas cosas, ya sabes, dinero, en fin, deudas, cosas idiotas, pero últimamente discutimos por lo del bebe, es decir, por no tenerlo, ella quiere un hijo, y menciona que ya es extraña la situación, me exigia un examen ya sabes, ella se lo hizo y salió muy bien, y pues eso me espanto un poco. Lo acepto.
— ya veo. —seguía preparando el trago.
— bueno, no quería creer que es mi culpa esta circunstancia, pero hace unos días… el lunes precisamente fuimos al hospital y me saqué los jodidos análisis, fueron unos días de tención, yo ya habia dejado de fumar, sabes. Pero pues no soporto la tención.
—tenga —le da el trago.
—gracias —bebe del trago — yo hoy fui con ella a recoger los análisis y ver que cosa me decían, ¿no? Y pues yo ya tenia una ligera sospecha, tu me entiendes.
— si.
— y dicho y hecho, el doctor me dijo que yo era estéril que el conteo de esperma habia salido escaso. No sabes como me sentí, amigo.
— lo supongo.
—no te imaginas, no soy machista, ¿ok? Pero mierda, me sentí como si no estuviera completo, como que… como que no era un hombre al 100% fue doloroso, pero me aguante el dolor, miré a mi esposa, no se, antes era mas fácil pensar que era la tención, la rutina, que el dia menos pensado ella se embarazaría, pero pues descubrir que yo soy el culpable de este problema me deprimió, me destrozo todo.
— pero creo que hoy en día hay muchas formas de tener hijos, ya no es un obstáculo, creo que hay inseminación artificil y esas cosas, no debería darse por vencido. —dijo el barman.
— mi mujer dijo exactamente eso mismo, pero el doctor fue muy claro, dijo que las probabilidades son escasas, que mi semen es demasiado escaso, que solo seria perder tiempo y dinero, no queria darnos falsas esperanzas, nos sugirió que podríamos adoptar y esas cosas, pero… no, no lo creo.
— adoptar no seria una mala idea, amigo.
— jajajaja… —ríe — eso seria un error, no podría, no podría querer a esa criatura, yo, contantemente vería en el el hecho de que no es mi hijo, de que soy estéril, que no pude darle un hijo de mi sangre a mi esposa, solo será un recordatorio de mi fracaso como hombre, seria un error.
— bueno, pero… pero creo que no debería pensar asi.
— mi mujer no esta en desacuerdo con esa opción, ella… —bebe nuevamente — ella quiere adoptar, dice que con nuestra posición económica nos darían a un bebé rápidamente, pero no; yo no quiero eso. Por eso discutimos el día de hoy.
— ya veo.
— me dijo que no era menos hombre por no poder tener un hijo con ella, que podríamos adoptar, que criaríamos a ese niño como nuestro y bla bla bla, pero no me convencerá jamás, me siento como una mierda, amigo.
— no debería sentirse así, amigo.
— tu tienes un hijo de tu sangre, alguien con quien te sentirás relacionado eternamente, con quien tendrás un lazo irrompible, yo no tendría eso, jamás lo tendría con un niño que se que no es de mi sangre. Hoy en la tarde regresando del hospital discutimos el tema, yo no tenia nada que discutil, simplemente yo era el culpable de todo esto, le sugerí que si ella quería separarse de mi y buscar a un hombre, uno que si pudiera darle ese niño pues lo hiciera, le dije que si quiera el divorcio, no le pondría trababas, yo no la quiero ver sufrir.
—eso no estuvo muy bien, amigo, disculpa que me meta, pero si me dejas decirte algo, creo que estas exagerando un poco. Vamos, tu esposa quiere adoptar un niño, para estar contigo, para que los 2 lo críen juntos, eso quiere decir que ella te ama, amigo.
— aun asi, no podría. Por mas que la amo, prefiero que se busque a un hombre completo. Yo… yo le pediré el divorcio, no quiero que sufra conmigo, yo jamás adoptaría, y ella sola no podrá hacerlo, lo mejor será eso. —se levanta de la barra, termina su trago. — creo que ya me voy, amigo, gracias por escucharme.
— no es nada amigo, espero que se solucionen sus líos y que pues tome una decisión correcta.
El hombre paga y se va.
Al día siguiente.
El hombre llega a su casa a mediados de la tarde, su esposa lo recibe preocupada.
— ¡¿donde haz estado?! ¡He estado muy preocupada! ¡Te he estado llamando al celular no contestas! ¿! Que demonios te pasa?!
— nada, no me pasa nada. —arroja las llaves sobre la meza de la sala.
— llame a tu trabajo, dice que no fuiste. ¿Dónde haz estado, Daniel? —pregunta ella siguiéndolo a la cocina.
— por aquí por allá, haciendo algunos tramites. —saca una botella de vino de refrigerador.
— ¿tramites? —pregunta ella cenándose a la meza de la cocina. — ¿que tramites? —pregunta esperando una respuesta que no sea la que desde ya supone.
— estuve con mi abogado. Esta tramitando todo para nuestro divorcio. —se sirve una copa de vino.
— ¡¿que?! — su esposa se levanta rápidamente muy asombrada — ¿¡pero por que Daniel?! Yo, yo te amo, no quiero que nos separemos, si es por lo de la adopción, ok, no adoptemos, ya no importa, no te quiero perder. —le dice.
—Carla, escúchame — se sirve una nueva copa — se cuanto quieres tener un hijo, no soy estúpido, a mi lado jamás podrás tener uno, solo estaríamos solos por siempre, y no quieres eso, yo no seré un impedimento para que tu logres ser madre en algún momento, eres joven, puedes conseguir a un hombre completo que te de esa felicidad. —bebe — yo solo vine a recoger mis cosas, y me iré, he alquilado un apartamento me quedaré ahí por un tiempo, luego me iré a estados unidos, ya pedí mi traslado en la empresa, espero la acepten pronto.
— Daniel, no me hagas esto, yo… —el se fue a la habitación sine escucharla—…Daniel… — lo sigue —… Daniel, escúchame, no me dejes, yo te amo, por favor, no quería que pasara esto, por favor.
— Mañana o pasado a mas tardar mi abogado te enviara los papeles del divorcio, espero los firmes —dice mientras alista una maleta.
— ¡no firmare absolutamente nada! —grita ella entre lagrimas.
— no quiero que hagas esto mas complicado de lo que ya es, Carla. —gira a verla — hago esto por que te amo también, y quiero que seas una mujer completa, con migo jamás lo serás, —continua con su maleta.
— pero Daniel, llevamos juntos muchos años, no quiero que por una cosa así…por favor, Daniel.
— no hay nada que pueda evitar mi decisión, Carla, ya esta decidido, la casa es tuya, esta a tu nombre, puedes venderla, no lo se, es tuya, no me llevare nada mas que mi ropa, —termina su maleta.
— ¡yo no quiero la maldita casa, yo te quiero a ti!
El sale de la habitación sin darle importancia a Carla que lloraba.
— enviare a alguien por el resto de mis cosas, ahora solo me llevo lo esencial —dice abriendo la puerta.
— Daniel…
— adiós, Carla, hago esto por que yo te amo y quiero que seas feliz. —le dice.
— no, no sabes el dolor que me estas ocasionando, Daniel, esto es un error, no lo hagas, por favor…
— adiós, Carla, espero que seas feliz.
Daniel se va, mientras Carla llora desconsoladamente en su casa.
Esa misma tarde Carla fue a visitar a su suegra, la madre de Daniel, quería comunicarle la decisión de su hijo y ver si entre las 2 podrían convencerlo de recapacitar en su decisión absurda.
— a mi hijo debe de haberle afectado mucho saber que es su culpa el no poder darte un bebé, y conociéndolo como es, es lógica esa actitud que ha tomado, estoy segura de que el también esta sufriendo, Carla. —le dice la señora mientras comparten una taza de te en la sala de la casa.
— dice que hace esto para no hacerme sufrir, que lo hace por amor, pero no veo el amor por ninguna parte, si me amara no se hubiera ido así de pronto. Yo quiero un hijo, no importa si es adoptado, yo quiero que sea nuestro, de el y mío, que lo criemos lo protejamos, le enseñemos cosas, sola no podría, tampoco con otro hombre. Yo amo a su hijo, señora, lo amo de verdad, y no me pienso divorciar, por mas que el haga lo que haga.
— Creo que debes darle tiempo, quizás recapacite y pues regrese contigo, ¿no crees? — comenta la señora.
— la verdad se veía muy decidido, y ya sabe como es cuando algo se le mete en la cabeza, es obstinado. — bebe su té — no puedo evitar sentirme culpable, marlín.
— ¿culpable? —pregunta.
— si, si yo no hubiera insistido tanto con lo del bebé.
— vamos, querida, no te culpes…
— yo le insistí que se haga el examen, lo presionaba diciéndole que para consolidar una familia hacia falta un bebé, creo que el resistía eso, pero el saber que es estéril lo ha destruido.
— querida, toda mujer quiere ser madre en su momento, engendrar una criatura a la cual amar, te lo digo yo que tengo 3 hijos, es normal que tu hayas deseado y desees ser mamá, y hasta donde es tu amor que no te importa adoptar, ojala mi hijo viera eso.— comenta.
— ahora se ha ido ni siquiera se donde se ha ido ¿no te dijo donde alquilo ese apartamento, márilin? —pregunta Carla.
— no, no me he comunicado con el desde hace mas de 3 días, tu visita y noticia me ha tomado por sorpresa.
— solo espero que este bien, ya sabe que cuando esta deprimido o tensionado comienza a fumar y a beber.
— no te preocupes hija, ya veras que esto pasara y no será mas que una horrible pesadilla.
Tiempo después.
En el mismo bar de la ciudad, Daniel algo desarreglado y ebrio.
— sírveme otra Jaime. —le dice al barman.
— de acuerdo, Daniel. —le dice
— que sea doble, ¿ok?
— bueno. Por o visto las cosas no han mejorado para ti.
— ¿como dices? —contesta.
— es decir, haz venido aquí todas las noches desde hace ya mas de 5 meses, y bebes como si no hubiera mañana, creo que las cosas no te están saliendo muy bien. — le da su trago.
— Gracias —recibe el trago — lo que pasa es que aquí me gusta, es un buen lugar y pues la paso bien. Por cierto, ¿hoy no vino Mónica?
— no hoy su día de descanso, aunque mas bien esta en otro club.
— bueno, no importa, ya mañana la veré, ¿sabes? La vida de soltero es muy agitada, pero había olvidado lo divertida que es.
— ¿no extrañas la vida de casado? Es decir; yo me he casado hace unos 2 meses y pues la verdad me gusta mucho, ya sabe, llegar a casa y que mi esposa me reciba, dormir con ella, abrazar a mi hija, no cambiaria eso, me gusta estar casado.
Daniel se quedo pensando, mirando su copa en su mirada se notaba que aun recordaba los momentos felices que paso con Carla, los años juntos, recordó que hace mas de 5 meses que no sabe nada de ella, ¿como estará?, ¿estará bien? ¿Abra encontrado otro hombre?
— ¿estas bien, Daniel? —le pregunta el barman.
— si, si, solo…. Solo estaba pensando.— responde.
— ¿en tu esposa, cierto? —le pregunta.
— te seré sincero, amigo: si, estaba pensando en ella, a veces la extraño.
— pues, deberías buscarla. No creo que sea tan tarde aun.
— no, no puedo.
— ¿por que?
— no puedo darle lo que ella mas quiere, no soy digno de ella, ella merece a un hombre… alguien que le pueda dar un hijo… —bebe — … yo no puedo.
— con tu permiso, te diré que bebiendo así como lo haces, fumando y fumando solo haces ver que tu la necesitas, y este sacrificio no me parece justo, creo que te castigas por algo que no lo amerita, y e refiero al hecho de que solo ella sabe que es lo mejor para ella misma, tu no tienes por que sufrir, pensando que así ella estará mejor.
— con migo jamás será madre, yo… yo… lo he meditado, me he tratado de convencer de adoptar, pero no, no puedo, no entra en mi mente esa posibilidad, solo me atormenta mas. —Termina su copa —sírveme otra, Jaime.
— correcto, pero será la ultima, amigo, ya debemos cerrar.
— ¿tan pronto? —pregunta mirando su reloj.
— si, ya es bastante tarde, te acompañare a tomar un taxi cuando termines con tu trago. ¿Ok? —le dice.
— ok, ok, pero ya sírveme.
A la semana siguiente en el trabajo de Daniel los tramites para su traslado a estados unidos fueron aceptados después de tiempo, el ni siquiera lo pensó, hizo sus maletas y se fue.
En casa de la mamá de Daniel unos días mas tarde.
— entonces ya se fue. — comenta Carla bebiendo un café con marilin, su suegra.
— asi es hija, me llamó desde el aeropuerto, ni siquiera me dejo ir a despedirlo.
— ¿cuando… cuando regresara? —pregunta Carla.
— se lo pregunté, y me dijo que quizás ya no regrese, que será lo mejor que se quede allá, dice que allá le darán un apartamento y le pagaran mas de lo que aquí le pagaban.
— no pudo creer que se haya ido, creo que ahora si lo perdi.
— mi hijo es un obstinado, pero siempre termina arrepintiéndose cuando hace una cosa como esta, sin pensar. Pero tarde o temprano recapacitara, ya lo vera… espero no sea muy tarde, Carla.
— se que su hijo hace esto por que esta herido y cree que es lo mejor, pero… pero no se si yo tenga la paciencia para aguardar por el después de todo esto, es decir ya ha ido muy lejos, esta demostrándome que es un egoísta, cree que solo el sufre o debe sufrir.
— te entenderé si te olvidas de el y te buscas a un hombre que si te entienda y te ame, Carla. Tu y yo siempre seremos amigas.
— no se si pueda, o este en condiciones de andar por ahí enamorándome, la verdad su hijo aun esta en mi corazón, será difícil sacarla.
— con el tiempo lo olvidaras, Carla, con tiempo.
En estados unidos Daniel siguió pensando en Carla, por más que el trabajo lo mantenía ocupado e no podía dejar de pensar en ella y emborracharse, continuó bebiendo y tratando de olvidar su dolor con mujeres y mas alcohol, pero era inútil, su recuerdo lo atormentaba día tras día.
Poco a poco continuó bebiendo más y más, hasta que bebía prácticamente en cada instante que tenia libre, algo que hizo que descuidara su trabajo, en mas de 5 ocasiones llego tarde al trabajo, ocasionadle problemas con los jefes y con su anterior jefe el cual lo recomendó para ser trasladado.
En algunas otras ocasiones iba atrabajar en estado de ebriedad, y apestando a licor. Había descuidado todo lo importante, lo que primero fue una huida de sus problemas, ahora se convertía en un problema mas grabe.
En el trabajo se comenzaron a dar cuenta del problema de Daniel lo que ocasiono su despido y regreso de inmediato a su país.
Lamentablemente para el tampoco lo aceptaron en su trabajo anterior, ya que había demostrado poco profesionalismo y había dejado mal a la sucursal de la empresa en Latinoamérica.
Había perdido el trabajo de su vida, más de 15 años en la empresa escalando, posicionándose en un buen puesto para perderlo todo de un golpe.
Hundido en su depresión, viéndose fracasado, sin empleo, un alcohólico no podía caer mas lejos pensaba.
Cada noche regresaba al bar y bebía hasta altas horas, todo lo ahorrado lo estaba despilfarrando en la bebida y en mujeres.
— no es ni la sombra de quien era, amigo. —le dice el mozo, que a estas alturas era el único amigo que le quedaba.
— ¿Cómo dices? —pregunta mientras bebía un trago.
— estoy considerando seriamente ya no servirle ni un trago mas.
— Vamos, Jaimito….— ve su reloj — Aun es temprano….
— hablo de: hoy en adelante.
— no te entiendo… este es un bar, ¿no es así? —dijo Daniel extrañado.
— mira, son casi 2 años que vengo atendiéndote aquí, desde que regresaste de estados unidos estas peor… y comienzo a sentir algo de culpa, tu dices que soy una especie de amigo tuyo, ¿no es así?
— si.
—entonces como tu amigo: ya no te serviré ni una sola copa mas. No quiero que sigas hundiéndote, ¿ok? Aun no es tarde, creo que puedes recuperarte.
—…
— se que eres una buena persona, no quiero verte hundirte mas… mírate; el dia que te vi entrar a este lugar sabia que me comprarías los mejores tragos, tu traje me dejo pasmado, tu teléfono, tu porte de hombre exitoso, eras grande… ahora mírate, me pides los tragos mas horribles, te estas quedando sin dinero, no lo aprovechas, despilfarras tus ahorros en licor, haz vendido tus trajes, creo que ya ni trabajas, duermes todo el día por la borrachera y al despertarte estas aquí nuevamente, a veces pienso que solo vives del alcohol y de esta galletitas que pongo aquí… amigo, creo que ya debes ponerle un alto a esta situación. Lo que es yo; no te pienso servir ni un solo trago mas, acúsame con mi jefe, no me importa, eres mí amigo. No quiero que te unidas mas.
— bueno, este no es el único bar del lugar, puedo ir a cualquiera, si tu ya no me quieres atender. Ya no regresare aquí…— se levanta, con las justas logra ponerse de pie…. Si esto es así, así será, adiós Jaime… adiós…
— Aun creo en ti —le dice mientras este caminaba mareado a la puerta.— creo que recapacitaras, Daniel.
Tiempo después.
— estuvo por aquí hace una semana, Carla.
— ¿como esta? —pregunta ella.
— no querrías verlo, desde que perdió su trabajo, sus cosas, también perdió su respeto propio. Esta hecho un desastre mi hijo.
— ¿ha tratado de ayudarlo? —pregunta.
— dice que esta bien, que no necesita a nadie.
— es una pena, no quería que terminara asi.
— el…
En eso la puerta suena y la abre.
Se trataba de Daniel, estaba ebrio, mal vestido, entraba la casa de su madre ignorando que ahí se encontraba también Carla.
— mamá, vengo para que me…—se paraliza al ver a carla.
— hijo…
— Daniel…—Carla se queda impresionada al ver a Daniel convertido en un pordiosero, mal vestido, sucio, envejecido, triste.—…yo…creo que debo irme —se levanta.
— no, no te vayas… no te vayas, Carla… el que se va soy yo, sigan con lo suyo…
— hijo, no te vayas, por favor… ¿quieres comer algo?
— quizás después mamá, yo… no debo estar aquí…. —se dispone a salir.
— ¿pero que te ha pasado, Daniel? —pregunta Carla con una expresión de tristeza en la cara.
El de espaldas le contesta.
— nada, no ha pasado nada, estoy bien… — voltea a mirarla.
Ella seguía tan preciosa como el la recordaba.
— estas terrible.
— y tu, tu estas preciosa, Carla, tan preciosa como siempre…
— iré a la cocina, te prepararé algo, hijo. No dejes que se vaya, Carla. —la madre de Daniel corre a la cocina.
— nunca pensé que te vería así como estas. Me entere lo de la empresa.
— ¿si?
— si, lo lamento mucho.
— eso ya paso…y tu…¿Qué haz hecho en este tiempo? Ya… encontraste a…
— no, desde que te fuiste jamas he salido con otros hombres.
— ¿por que? Pensé que…
— lo que hayas pensado estaba mal, era un error. Un error que me costo mucho sufrimiento, Daniel.
—no era esa mi intención.
—pues no lo parece.
— yo… yo…de verdad deseo que seas feliz, que… que consigas eso que tanto deseas y que no te puedo dar.
— si podías dármelo, ser padre no solo significa engendrar, te lo dije. Es criar, cuidar, enseñar. Yo quería eso, eso con tiro, pero me abandonaste.
— sabes que…
— yo no se nada, solo que si de verdad querías algo bueno para mi, para nosotros, tomaste una pésima decisión, ya que nada bueno salió de ella. Despídeme de tu mamá —se dispone a salir.
Daniel la detiene, tomándola del brazo.
— ¿Qué quieres? — pregunta ella.
— adoptemos.
— ¡¿que?! —pregunta, eso le cayó como un balde de agua helada. Jamás esperaba escuchar eso, menos en este momento.
— si, adoptemos, Carla, no me importa, quiero estar a tu lado, quiero que seamos como éramos antes… te extraño, te amor… por favor, dime que aun no es tarde para arreglar lo que malogré, quiero tener una familia otra vez, una familia contigo, ya no me importa adoptar, solo quiero que seamos felices.
— ¿acaso estas loco? ¿Cómo vienes a decir esto en este momento, Daniel?
— no te miento, Carla, lo he pensado, y creo que fue un gran error abandonarte, no debí hacerlo, fui un estúpido. Por favor, dime que aun podemos ser felices.
Carla sonríe sarcásticamente.
— mirate, Daniel. No eres ni la mitad del hombre del que me enamore; auqel hombre tierno, tabajador, honrrado, un hombre de verdad, uno que me hacia sentir segura, amada, tu solo me hiciste sentir culpable, triste. Cuando te fuiste sufri mucho, y en algún momento traté de entenderte, y suponer que algo bueno saldría de esto, pero no. Solo me desengañe. ¿Y ahora vienes a querer regresar conmigo? ¿Qué adoptemos un niño, dices? No te darían ni un cachorro, no tienes trabajo, eres un alcohólico, ¿que ejemplo serias? Solo uno negativo.
— Carla, yo…— dice Daniel al borde de las lagrimas.
—ya deja de decir tonterías y…que te vaya bien, Daniel, tu elegiste esto para nosotros, hay que sacarle algún provecho, si es que podemos.
Carla le dio la espalda y se fue caminando hacia la calle. El la siguió unos pasos repitiendo su nombre en voz baja, aunque lo que quería era gritar.
Solo se quedó ahí mirándola irse.
Este desprecio hizo que Daniel se siguiera urdiendo y deprimiendo mas, ahora se sentía doblemente culpable, ya que reconocía que fue un error haber hecho lo que hizo, abandonar a la mujer que tanto amaba y lo amaba a el.
Algunas veces el caminaba por los parques, miraba a los niños jugar alegremente, le remordía la conciencia al saber que le quitó a su mujer la alegría de tener a un niño, ya en su cabeza se habían ido los prejuicios y las ideas absurdas de que adoptar era un error, lamentablemente no podía hacer nada ya, Carla ya no lo quería de regreso.
Un día cuando Daniel estaba en un centro comercial comprando algo de comer con el poco dinero que había conseguido quizás en algún trabajo eventual, decide sentarse en una banca del lugar a comer.
En eso los llantos de un bebé lo alertan. El estaba ebrio, pensaba que era producto de su imaginación lo que escuchaba, pero no era así. Cerca a el, en un cochecito había un bebé llorando.
— ¿un bebé? ¿Quién dejaría a un bebé aquí solo? —dice.
Se acerca para verlo mejor, mira a todas partes no ve a nadie.
— pero si eres una niñita, una niñita hermosa.
La descubre un poco y la toma entre sus brazos
— eres preciosa, me recuerdas a mi esposa —dice. — ¿sabes, bebe? A ella le gustaría tener a una cosita como tu, a ella le encantan los bebes. Lastima que yo no le pude da uno. ¿y tus papas? No creo que estés aquí sola, ¿o si? —mira todas partes no ve a nadie aparentemente encargado de la pequeña. — creo que estas sola, sola igual que yo…. Estamos abandonados, nenita. Pero eso tiene solución.
La bebé le sorié.
Daniel se levanta y deja su hamburguesa en la banca.
— vamos, pequeña, te llevare con alguien que no te abandonara y te amara como se debe.
Daniel sale del lugar
Mas tarde Daniel llega a su antigua casa, donde vive Carla.
Toca la puerta rápidamente, Carla se apresura a abrir, ignorando de quien se trataba.
Al abrir la puerta ahí estaba Daniel con la pequeña bebe en los brazos.
— ¿pero que es esto? ¿Qué haces aquí con esta niña, Daniel?— pregunta Carla con una expresión de confusión en la mirada.
— la traje para ti, Carla, esta niña no tiene padres, esta abandonada, abandonada igual que yo, ella te necesita, y yo también, acéptanos, Carla, por favor. —dice Daniel tambaleándose por el alcohol.
— santo dios, Daniel. ¿De donde sacaste a esta niña? — Carla le quita a Daniel la niña de los brazos temiendo que en cualquier momento esta se le escapara y fuera a dar en el suelo. — pasa Daniel, pasa. —le dice. Este ingresa tambaleándose.
— Carla, quiero que cuidemos a esta niña, quiero que sea nuestra hija, quiero que la protejamos, le enseñemos cosas, como tú dices.
— Daniel estás loco… — dice con la pequeña en los brazos.
La niña miraba y jugaba con Carla, la niña ni siquiera estaba asustada.
— Carla, por favor, acéptame de regreso, mira, ya estamos los 3 juntos, como una familia, por favor, Carla…ya hasta le tengo un nombre, la llamaremos Sandra, recuerdo que ese nombre siempre te gustó, ¿no es así? ¿Carla?
Carla se quedó ahí parada, con la bebé en brazos, mirando a Daniel, en silencio pensando.
— es una linda niña… y parece que le caigo bien… no, es una locura…debemos, debo… Daniel tu…—Daniel se había quedado dormido ahí en el sofá — Daniel… ¿y ahora, pequeña? —se pregunta.
Al día siguiente luego de tener una larga charla con Daniel; Carla y el desaparecieron, se fueron de la ciudad, solo le comunicaron a marilin que habían decidido darse otra oportunidad de formar una familia, que pronto tendrían noticias de ellos, pero que por ahora deben pasar un tiempo solos, y que quizás cuando vuelva a verlos ya sean una familia de verdad.

Fin.
Miércoles, 30 de junio del 2010
Franck palacios grimaldo


Escrito por: FranckPalaciosGrimaldo (2010-07-20)


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