Mi piel y mi alma tienen urgencia de ti
Los días y las noches pasan de manera incontenible
Tras cada noche, muero quemándome en el fuego de tu ausencia
Tras cada día, renazco sublimemente por el anhelo de tus brazos Recuerdo lo triste de mi vida cuando estoy sin ti
En mi cama en la que faltas
En esa cama donde vivíamos separados del mundo
Esa cama en la que ya no estas, ni estamos
Inconsolable mi alma te busca a gritos
Inconsolables mis tardes, mis días y mis noches
Inconsolables las horas que paso sin ti
La suerte está hechada, hemos cruzado el Rubicón
No hay otro lugar al que quiera ir, que no sean tus labios
Me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mi
Te amo y te odio en la misma medida, pues me tienes en tus manos
y me lees cual si fuera un libro
y me dejas en incertidumbre
¿lo que lees es acaso una comedia? ¿O solamente una tragedia?
No ries, ni lloras
Que pasa por tu mente cuando me lees?
Eres mi luz de vida y mi sombra de muerte
Eres el dulce tormento que desborda mi mente
Eres mi razón de ser, la belleza que me hace sentir vivo
La mujer que busco, espero y recuerdo
Y recuerdo tus manos, tan pequeñas y delicadas
Recuerdo el olor de tu cabello
La melodía de tu risa
El calor de tus abrazos
La eternidad de tus besos
Y deseo que tú también me recuerdes
Me lees y de pronto ríes…
Me lees y me comprendes
Me lees y te ves reflejada, amada y comprendida
Me lees y de pronto lloras
Cuanto más avanzas a través de las páginas de nuestros recuerdos
Más difícil es querer seguir leyendo
Compartimos el mismo miedo….
Hoy analizo mis recuerdos
Mañana espero escribamos nuevamente en nuestro libro
Para con eso evitar darle vida a nuestro miedo
Para evitar el cerrar nuestro libro de cuentos