El Espejo Era una vez en las calles de San Francisco en un pequeño negocio de espejos, estaba yo, un pequeño espejo que nadie quería comprar…Siempre me pregunte: ¿Será por mi tamaño, por que soy feo o los otros son mejores que yo, o porque reflejo los estados del alma de los hombres? Avaricia, maldad, envidia…
Pero por fin un día vino una señora coqueta, de buen gusto, y muy amigable. Buscaba un espejo, y le mostraron los más grandes. Pero ella enseguida cuando me vio, dijo: ¡¡¡Me llevo aquel!!!
Pues así fue, me compró y me llevó en una bolsa hasta su casa. Cuando llegamos yo me sorprendí por lo grande y lujosa que era su casa. Tenia 3 habitaciones, dos baños, una cocina, un comedor, dos patios y una linda perrita llamada Luna, que movía continuamente su colita.
La señora vivía sola con su perra, nadie mas vivía con ella, pero a mi no me importaba, y creo que es mejor, porque muchos espejos han sido rotos por niños. La señora me coloco en su living gigantesco y siempre se miraba, se maquillaba, se peinaba y otras cosas en mi.
Y así fue, viví más que feliz en esa casa, ya tenía una vida, y espero que me quede ahí para siempre y no en esa tienda esperando a que me compren.
Fin.
P.D: este cuento lo cree cuando tenia 10 años y mi abuela me corrigio las faltas. Tambien este cuento gono el 3º lugar en un concurso literario con medalla de plata.