Persecución - parte 2 |
Una vez cruzada la esquina, todas eran casas de familias, seguramente, ya no locales. seguí el trote, con miradas hacia atrás, casi llegando a la media cuadra, veo a los hombres doblando la esquina- hasta que por fin aparecen- me dije seguimos trotando por unas cuadras. Todas las casas eran viejas, no conocía el barrio, pero sin duda, no parecía ser abitado por gente de dinero ni tampoco de media clase. Trotábamos tan ligeros los perseguidores y yo, que hasta pudimos entablar una conversación de distancia. <Te vamos hacer pelota><ya vas a ver Gil><cuando te agarremos…> Yo no contestaba, y solo me daba el lujo de cada tanto, darme una vuelta entera, con un saludo. Esto provocaba mas fuego, y siempre apresuraban la corrida cuando lo hacia. Por ende, yo corría. Ósea. Intentaba de mantener la distancia, no tanto para que me puedan agarrar, pero tampoco mucha sea cosa de que los desanime y se vallan. El tipo es gordo y de estatura inmensa, por ello y por la situación no subestimo al hombre, luego, ya a metros del tipo, que me atajaba como arquero, con impetuosa velocidad, meto un cañito y me paso por debajo, no sé como hice tal movimiento, solo derrapando el suelo con mis pies, me pase del otro lado. Los otros dos vagos se pararon de sorpresa. Y yo oigo los gritos de sus amigos de tras riñéndole al gordo “cacho” por dejarse hacer esa gauchada. |
Escrito por: robles (2010-06-17)
|
Ranking: 0.0/0 |
|