cuarto 12 capitulo 6: el loco (sexta parte)


Gerald y Laura circularon por la cuadra 12 preguntando a las prostitutas si conocían al chico de la foto, a Andrés, pero nadie parecía responder positivamente, estaban más preocupadas por conseguir un cliente.
— Esto es inútil, — dice Laura —estas mujeres ven noche a noche a muchos hombres libidinosos, ¿crees que recordaran a un sujeto después de si quiera 6 meses, Gerald?
— creo que tienes razón, mejor vamos a los clubes, es la mejor opción.
— ¿que te parece ese? —dice Laura señalando a un club “LA GATA COLA ROSA”
— ¿la gata cola rosa? ¿Quieres comenzar por ahí? —pregunta Gerald observando desde el auto dicho club.
— si, es un nombre gracioso, y mira es el que mas adornado y luminoso es en esta zona, sin duda Andrés debe haber entrado en algún momento, ¿tu no entrarías por un trago o por chicas? —le pregunta a Gerald.
— pues si no tuviera nada mejor que hacer, quizá. Bueno, comencemos por ahí.
Comenzaron entonces a entrar a los clubes de la ciudad, mostrando la foto de Andrés santos a los que sirven tragos, pensaban que los bármanes de dichos lugares quizás podrían recordarlo, lamentablemente en ninguno de los bares que ingresaron obtuvieron tampoco una respuesta positiva.
— Es increíble, nadie recuerda a Andrés— dice Gerald dirigiéndose a su auto que había estacionado afuera del club LA GATA COLA ROSA.
— bueno, ha pasado tiempo, quizás los barman ya no son los mismos, o simplemente ven tanta gente. —le dice Laura, tratando de animarlo un poco.
— si, pero los barman suelen hablar con las personas, los ven cara a cara, es convincente que al menos recuerden a alguien.
— bueno, aun falta recorres mas clubes.
— si, pero esta es la cuadra 12, es mas probable que Andrés visitara estos lugares. ¿no te parece?
— bueno, nada es seguro, Gerald. Quizás fue arrestado aquí algunas veces, pero le gustaba beber unas cuadras mas abajo.
— bueno, al menos no me voy con las manos vacías, las fotos que saque de los bares y de la avenida me servirán mucho.
— son las 9:35, creo que podemos revisar unos clubes mas, ¿no crees? Hay que aprovechar el tiempo.
— no, mi amigo me dijo que no me quedara por estos lugares muy tarde, no quiero estar aquí a las 10 de la noche, menos contigo, ¿no viste como te miraban los sujetos de esos clubes? —Pregunta Gerald, llegando a su auto. — Gracias por cuidarlo, amigo —le dice a uno de los porteros del club LA GATA COLA ROSA al cual le había dado dinero para que cuidara su auto.
— si, ¿como crees que no lo notaria? Me sentía como un trozo de carne expuesto en una carnicería rodeada de gatos hambrientos— contesta Laura subiendo al auto.
— por eso, no quiero estar aquí tan tarde, mientras mas tarde es, la gente mas loca sale, no quiero exponerte ni a mi.
— bueno, entonces mañana hay que venir mas temprano. —dice Laura.
— ¿aun te quedan ganas de regresar aquí? —pregunta Gerald arrancando el auto.
— como te dije, quiero ayudarte, además es mejor si somos 2 ¿no? —le dice.
La verdad era que Laura no querría que Gerald se paseara solo por esos lugares ya que las chicas que pululan por ahí no dejaban de coquetear con el, cosa que a Laura le provocaba cierta cantidad de celos, como era de esperarse la buena Laura comenzaba a sentir algunas cosas por el joven doctor.
Al día siguiente.
Viernes 80:00am
Gerald se dirige al sótano.
Gerald traía las fotografías que imprimió de su celular, tenia la esperanza que funcionaran al igual que la fotografía del motel santa Laura y ayudaran a que Andrés se conectara un poco más con la realidad.
— mira estas imágenes andes —le dice al paciente, que aun estaba atado a la pared de su celda. — son imágenes de diferentes clubes de la avenida Ignacio aguerre, cuadra 12, ¿te dicen algo, amigo?— le pasa una por una las imágenes— ¿nada?...vamos, míralas bien, quiero que te concentres, ¿que hacías en esos lugares?...—pregunta—… ¿de verdad eras un pervertido aductor a las prostitutas?... ¿no cierto? No creo que hayas sido eso, aunque si fue eso me preocupa que hacías con Judith en el cuarto 12…
— cuarto 12… Judith...— dice el paciente en voz baja, pero audible.
— si, eso mismo, Judith… ella…
En eso es interrumpido por una enfermera.
— buenos días doctor—saluda
— buenos días, ¿que se le ofrece, enfermera?, estoy en terapia. — contesta.
— el doctor Aguirre desea hablar con usted, lo espera en la jefatura de cuidados especiales.
— ¿Que querrá?— pregunta Gerald.
— no me dijo, solo me pidió que le dijera que valla lo antes posible.
—ok, En seguida voy para allá.
La enfermera se retira.
— Andrés, te voy a dejar las fotos aquí en el suelo, ¿ok? Míralas, trata de recordar algo, amigo, ya regreso.
Gerald se dirige a jefatura de piso, pensaba que lo mas probable era que le pediría los documentos que le había dado para firmar, documentos que Gerald no tenia planeado firmar hasta el ultimo momento, Gerald quería antes hacer todo lo posible, aunque le quedaban solo 3 días, y las mejoras del paciente 66 no son la gran cosa.
— buenos días, doctor, ¿quería verme? —pregunta Gerald ingresando a la oficina del doctor Aguirre
— así es doctor, buenos días.
— si se trata de los documentos de autorización; aun no los firmo yo de los daré el lunes a primera hora, doctor.
— los necesito para mañana a primera hora, doctor.
— pero…
— mañana operan a su paciente, doctor.
— ¡¡¿que?!! —Exclama Gerald —¡¡¿Cómo que mañana lo operan, creí que iniciaran el lunes?!!
— si, pero los doctores alemanes adelantaron las cosas ya que están mas que listos, mañana a las 6 de la tarde operan a su paciente, así que necesito la autorización firmada lo ante posible.
— ¡rayos, contaba con estos 3 días!
— lo lamento, doctor, eso es todo, espero la autorización firmada para esta tarde.— se levanta—puede retirarse.
Gerald se queda parado con una cara de preocupación y de frustración, da media vuelta y se va.
Mas tarde ese día.
7:30pm, consultorio de Gerald
Gerald se encuentra sentado en su escritorio, con un lapicero en la mano, sobre su escritorio el documento de autorización, Gerald tenia una expresión de frustración y d enojo, se sentía mal, no había podido lograr lo que se propuso, su plan de sacar a Andrés del sótano no se iba a cumplir, la mejora de Andrés no era lo suficientemente notoria. Las imágenes que Gerald le había llevado no habían dado ningún resultado, la única imagen que hacia reaccionar al paciente era la del hotel santa Laura.
Gerald estaba ahí sentado, jugando con el lapicero, pensando y pensado en que hacer, una técnica un truco, algo para recuperar la atrapada mente de Andrés, pero parecía que nada podría hacer ya por el. Eso era lo que mas le molestaba a Gerald el no poder hacer nada, como buen profesional se sentía mal por el paciente al cual defrauda.
Laura entra al consultorio.
— sigues aquí… ¿no piensas ir a casa, Gerald? —Gerald solo la mira y no dice nada — vamos, Gerald, hiciste todo lo posible, ha sido una semana dura, constante, esto ya esta fuera de tu alcance, solo queda esperar que la operación… no se, salga bien.
—Aun hay algo…— dice Gerald, aun jugando con el lapicero
— ¿Qué dices? —pregunta Laura.
— hay algo que puedo intentar, Laura; Estaba en los apuntes de mi padre, es lo ultimo que se me ocurre, pero…
— ¿que es?
— la imagen que mas hizo reaccionar a Andrés fue la del hotel santa Laura, ¿sabes? Las de los clubes no le causaron absolutamente nada, ni una mirada, nada. Ahora magina lo que lograríamos y llevara a adres a ese hotel al cuarto 12.
— ¿llevarlo? Eso seria una locura, los pacientes de cuidad especiales no pueden salir, esta absolutamente prohibido.
— es la ultima esperanza, Laura, mi padre escribió; que en ocasiones en las que la mente se queda atrapada en una situación o lugar exacto en el que la mente se traumó o bloqueo por una determinada causa, es necesario un estimulo equivalente al trauma que lo bloqueó, en este especial caso puedo suponer que se necesitaría llevar a Gerald al lugar en el que su mente se ha truncado, ene este caso el cuarto 12 del hotel santa Laura.
— pero no sabes que es lo que lo bloqueo, no podrías recrear nada.
— lo se, pero no necesito recrear nada, la mente de Andrés lo recreara, ósea, es ese el conector que necesitaría.
— ¿quieres decir que si Andrés regresa a ese lugar, su mente recreara el suceso que lo traumatizó, y de esa manera se conectara nuevamente con la realidad? ¿No es algo inverosímil?
— lo pensé, lo pensé, pero la imagen es la prueba, la foto del motel, lo hace reaccionar. Estoy seguro que en ese lugar paso lo que lo traumatizó dejándolo encerrado mentalmente en un punto de su vida. Si el regresara a ese lugar, pues seguramente su mente se conectaría con la realidad, teniendo en cuenta que su mente de por si ya esta en ese lugar. Si tan solo pudiera llevarlo.
— ¿y si hablas con el director? ¿Crees que pueda ayudarte?
— no lo creo.
Gerald se levanta camina hacia su ventana que da al jardín.
Mira a través de ella.
— no me voy a dar por vencido, Laura. — Gira y la mira —Voy a llevar a andes al cuarto 12.
— ¿Pero… como?— pregunta Laura.
— vamos a sacarlo del hospital, necesito tu ayuda, Laura.
— ¿estas bromeando, Gerald? Dime que estas bromeando.
— no lo hago, hablo en serio.
— ¿y como crees que lo vamos a sacar? —pregunta Laura y cierra la puerta del consultorio.
— primero hay que sacarlo del sótano, Laura.
— ¿y como lo sacamos del edificio? —pregunta Laura.
— lo sacaremos por la puerta de servicio del hospital, por donde salen los encargados de limpieza, en el primer piso.
— ¿como llevarlo ahí sin que nos vean?
— aprovechemos que aun están entrando y saliendo los del turno nocturno y de la tarde.
— 7:40pm, si quieres hacer esto hay que darnos prisa.
— ¿entonces me ayudaras? —pregunta Gerald.
— si, es una locura, pero todos los que trabajamos en un psiquiátrico estamos locos, sobretodo los psiquiatras— sonríe— ahora vamos, y dime que debo hacer.
Gerald y Laura bajan al sótano rápidamente.
Gerald usa su llave para abrir la enorme reja, ya abajo.
— escúchame, la clave para abrir la celda de Andrés es 1212…
— ¿1212? ¿Estas bromeando? —pregunta Laura extrañada por la coincidencia.
— No, no es broma, mientras yo voy a la jefatura de piso, tu vas directamente a la celda de Andrés, ¿si? entretendré al doctor Aguirre —mira su reloj — a esta hora esta en su oficina, aprovechare eso, tendrás aproximadamente unos 5 minutos, ¿si?
— muy bien, ¿estas seguro que no me va a tacar, Andrés?
— no, solo háblale, y...—saca una foto del folder que traia —…dale esto, es la foto del motel, le sacas la camisa de fuerzas y se la das, te aseguro que te la va a recibi, luego de eso lo sacas lo mas rápido posible, no deben haber muchas enfermeras, pero ten mucho cuidado, ¿si?
— Ok —contesta Laura.
Gerald avanza junto a Laura por el enorme corredor del sótano, la oficina del doctor Aguirre estaba en el corredor, siempre traía la puerta abierta, así podía ver quien pasaba frente a su oficina.
Gerald ingresa a la oficina, la señal para que Laura se dirija al donde Andrés era que la puerta se cerrara, Gerald debía cerrar la puerta de la oficina del doctor Aguirre.
— buenas noches, doctor. —saluda Gerald. —cierra la puerta.
Laura entonces se dirige a la celda 66.
—buenos noches doctor, doctor Domínguez.
— aquí tengo los permisos correspondientes que me dio a firmar.
— ¿están firmados ya? —pregunta, sin si quiera quitar la mirada de lo que estaba haciendo en su computadora.
— los voy a firmar ahora mismo, ¿me presta un pluma?
Mientras Laura llega a la celda 66, se notaba su nerviosismo a la hora de colocar el código en la cerradura electrónica, ya dentro se acerca a Andrés y comienza a desatar las correas que lo ataban a la pared.
En eso una enfermera hace saltar a Laura de un susto.
— ¿buenas noches? —dice la enfermera algo obesa que estaba ahí en la puerta.
Laura gira.
— he… hola, buenas noches… —Laura jamás la había visto, debe ser una de las de turno noche pensó. — ¿... que se le ofrece?—pregunta Laura, gira nuevamente y comienza a atar las correas.
— ¿Quién es usted? —pregunta la enfermera algo extrañada.
— soy la enfermera del turno tarde, estoy asegurándome que este paciente quede bien atado, ya ha atacado a 4 enfermeras, el doctor que lo trata me dijo que… que lo ate bien.
— entiendo, una ves también me ataco un paciente, átelo bien, buenas noches.
—buenas noches…
La enfermera continúa su camino.
— ¡hay no, me vio, me vio! —dice Laura y continua desatando a Andrés.
Después de unos momentos, desata totalmente a Andrés y le saca la camisa de fuerzas. Tal como dijo Gerald le da la foto del hotel santa Laura y Andrés la toma.
— ahora vamos a salir de aquí muy calladitos, ¿ok? —doce Laura.
Ella se asoma a ver si no hay nadie en el corredor, y efectivamente no había nadie.
— vamos, Andrés, camina — toma Andrés del brazo y salen de la celda 66, Laura cierra la celda y apaga la luz de la celda.
Mientras Gerald estaba hablando con el doctor aguerre, trataba de hacer tiempo.
— por eso estas operaciones significan una gran esperanza para los pacientes que han perdido toda esperanza de recuperarse, se que hay riesgos, como en toda practica quirúrgica, pero poco a poco estas cirugías irán haciéndose cada ves mas perfectas.— decía el doctor Aguirre a Gerald
— entiendo.
— además, los pacientes que hemos seleccionado son pacientes que estaba aquí abandonados, sin ningún familiar que se interesen en ellos, no me malentienda, nosotros nos preocupamos, y se que usted le ha tomado interés a su paciente, pero créame, le hacemos mejor bien operándolo, vera que en unos días su paciente podría estar mejorando.
— eso espero.
Laura llega a la jefatura de piso, cruza muy despacio para no hacer ruido y se dirige con Andrés a la entrada, solo queda esperar a Gerald.
—bueno doctor, puede retirarse ya. —dice el doctor Aguirre. — nos veremos mañana.
— si, bueno, ahí esta el documento, ahora me retiro, ¿usted se queda toda la noche?—pregunta Gerald.
— no, yo salgo al igual que los demás doctores, solo que tengo unos informes que terminar, tengo que tenerlos para mañana. Ahora si me permite continuar con mi labor…
— de acuerdo, nos veremos, doctor. —Gerald sale de la oficina y cierra la puerta.
Ya afuera Gerald mira a ambos lados, decide ir a la entrada del sótano, ahí lo estaban esperando Laura y Andrés.
— bien, hecho Laura. —Dice — saquémoslo de aquí.
Gerald abre la reja.
— una enfermera me vio en la celda—dice Laura — me vio sospechosamente.
—no te asustes, es tu mente que esta haciéndote creer eso, es la emoción, no te asustes.
Suben las escaleras hasta el primer piso.
— ahora, espérame aquí, voy a ver que no haya nadie y nos dirigimos al corredor B1 ese nos llevara a la zona de aseo, de ahí será fácil ir a la salida.
— Date prisa. —dice lauro agarrando a Andrés.
Andrés se dirige al gran corredor que da a recepción, en dicha sala se encontraban unas enfermeras, y la recepcionista, imposible pasar por ahí, pensó, a la derecha había un corredor, pero daba al jardín, a la izquierda había otro pasaje, pero daba a los ascensores del primer piso, la única vía inteligente era el jardín.
Gerald regresa por Laura y por Andrés y corren al jardín, la oscuridad de la noche les ayudaba mucho a no ser vistos; cruzan y se dirigen a la sección C2 del hospital, se detienen cerca a unos motores de calefacción. Estaban a unos metros de la entrada había una puerta que Gerald podía abrir con su tarjeta, el sector los conecta directamente con el corredor B1, es la única manera de entrar, de otra forma tendrían que circular por todo el sector C cosa que seria riesgoso.
Gerald se acerca a la puerta de vidrio, nota que no había nadie cerca, la ocasión perfecta, Gerald abre la puerta y le hace una señal a Laura para que esta venga con el, ingresan y cierran, Gerald hecha un vistazo al corredor continuo, el corredor los llevaría al sector B, Gerald se asoma unos cuantos metros para ver si no había nadie, al parecer no hay moros en la cosa, le hace otra señal a Laura para que avance.
Mientras en el sótano.
La enfermera obesa camina por el corredor F3 en donde esta la celda 66, la de Andrés, pasa por ahí y nota algo en el piso, era el carnet de Laura, se le había caído, la enfermera lo recoge.
— Laura céspedes, enfermera del 5to y 4to piso, turno mañana —lee en el carnet — que extraño ¿que haría en el sótano? —Se pregunta la enfermera, se acerca a la celda y enciende la luz— ¡no está!
La enfermera se dirige rápidamente donde el doctor Aguirre.
— ¡doctor! ¡Doctor! —toca la puerta apurada.
— ¿que sucede? —Pregunta — ¡esta abierto, entre!
La enfermera entra rápidamente a la oficina.
— ¡desapareció! ¡el paciente de la celda 66 no está!
— ¡¿que?!—dice sorprendido
— No está en la celda, desaprecio, y encontré esto en el suelo, cerca a la celda. —le muestra el carnet de Laura.
— la amiguita de Domínguez…
El doctor aguerres alza el teléfono y marca rápidamente.
—que cierren todas las salidas, y que vigilen los pisos, un interno de cuidados especiales se ha escapado. Y busquen el doctor Gerald Domínguez
Por otro lado Gerald esta avanzando cuidadosamente a través del primer piso en dirección al la salida de empleados.
De pronto escucha algo que lo sorprende a el y a Laura.
Doctor Gerald Domínguez, acérquese al sótano. Enfermera Laura céspedes, acérquese al sótano también.
Era la vos de la recepcionista llamándolos por el altoparlante.
— ¡ay dios mío! Nos descubrieron, Gerald. —dice Laura.
— no te preocupes, sigamos, vámonos, debemos llegar a la salida, ¡rápido!
Gerald y Laura continúan avanzando por los largos pasadizos del hospital, llegan a la sección B, pero para llegar al corredor B1 hacia la zona de empleados y limpieza deben pasar por una sala enorme, en la cual estaban algunos doctores y enfermeras.
— ¿y ahora? No podemos pasar por ahí. —dice Laura.
—debemos encontrar una manera, Laura.
—pero como, sin que nos vean va a ser imposible.
— ¿otra vía a la zona de limpieza? ¿Conoces otra vía? Tu haz estado mas tiempo que yo en el hospital. —le dice Gerald a Laura.
— pues otra forma seria a través del segundo piso, hay unas escaleras al final del segundo piso, o esta el ascensor.
— bueno, entonces no hay otra, intentemos subir al segundo piso, las escaleras están a la vuelta, vamos.
Gerald y Laura se dirigen a la las escaleras que estaban cerca, las suben rápidamente y al llegar estaba una enfermera ahí parada con sabanas en las manos.
Para suerte esa enfermera era amiga de Laura.
— Laura, te están llamando del sótano, amiga. —le dice.
— si, lo se, pero no puedo ir allá, necesito ir a las escaleras del otro lado, ¿está libre el camino, hay alguien por ahí? —pregunta.
—no, los pacientes de este piso están en sus habitaciones, al menos no he visto a nadie. —le dice.
— háganos un favor enfermera, revise si hay alguien en el piso. —dice Gerald.
— ¿como? —pregunta extrañada.
— amiga, necesitamos salir del hospital, es urgente, ayúdanos, ¿si? dinos si esta libre el camino hasta las escaleras del otro lado.
— ok, ya voy.
La enfermera se dirigió a ver si todo estaba vacio, llego hasta el final del pasillo, giró y llego hasta las escaleras, no había absolutamente nadie, regresa al pasillo y les hace una señal a Laura y a Gerald para que avancen.
Llegan a las escaleras pero cuando se disponían a bajar alguien subía, entonces Gerald y Laura se meten en una de las habitaciones.
La enfermera amiga de Laura se queda parada fuera de la puerta.
— Enfermera —dice el doctor que estaba subiendo.
— ¿si doctor?
— un paciente del sótano se ha escapado, es peligroso, se cree que puede estar con una enfermera vestida de ropa de calle, o con un doctor de cabello negro como de 1.72 mas o menos ¿ha visto usted algo pro aquí? —pregunta.
— no…no doctor, pero estaré atenta, descuide.
— ok, cualquier cosa comuníquese con recepción o antes posible.
El doctor avanza a hacia el final del pasillo y gira.
La enfermera toca la puerta en señal de que ya pueden salir.
— Gracias, enfermera —agradece Gerald.
— ¿que están haciendo? —Pregunta —Laura, en que te estas metiendo, esto te podría costar el trabajo.
—lo se, amiga, pero créeme lo hago por una buena causa.
— Laura, vamos —dice Gerald—, bajemos.
Laura y Gerald bajan al primer piso otra ves, cerca a ellos había una puerta, la puerta que los llevaba al sector B, Gerald abre la puerta eléctrica con su tarjeta y se dirigen al corredor B1, avanzan a través de el, al final del corredor a la derecha estaba la salida de personal de aseo y a la derecha la zona de limpieza, rápidamente Gerald usa su tarjeta para abrir la puerta de salida.
Ya afuera se dirigen atreves de la parte trasera del edificio al estacionamiento, llegan a el y se dirigen al auto de Gerald.
— No puedo creer que hayamos llegado, me parece increíble —dice Laura ayudando a Andrés a subir al automóvil.
— Si, ahora hay que salir de aquí, —suben a Andrés y le colocan el cinturón de seguridad, Laura se sienta en la parte trasera junto a Andrés.
Mientras el doctor Aguirre habla con el director del hospital.
— ¿de verdad cree que esto haya sido idea de Gerald? —pregunta el doctor herrera, director del hospital.
—extrañamente minutos antes de que esto pasara, el doctor Domínguez estuvo en mi oficina, y estaba extraño, preguntándome cosas, era claro que estaba haciendo hora mientras su amiguita la enfermera desataba y sacaba al paciente 66, es por eso que cerro mi puerta.
— esta es una grabe falta, no se que puede estar pasándole a Gerald, no lo se…
—no esta de acuerdo con que operen al paciente, eso es lo que pasa, ahora intenta robárselo, si que es un tonto.
En el estacionamiento.
Gerald conduce a la salida, pero algo no anda bien. Había guardias en la salida del estacionamiento, impidiendo el ingreso y la salida.
— ¡no puede ser! —exclama Gerald.
— hasta aquí llegamos, Gerald, no hay salida. —Dice Laura— hicimos lo que pudimos, no podemos quejarnos.
— ¡no!, ¡no!, ¡no!... no podemos retroceder ahora, Laura, prácticamente ya perdimos nuestros trabajos, ¡así que ahora es todo o nada! —Gerald cambia de dirección y conduce rápidamente a la reja principal del hospital, pasando por el jardín principal.

contunuara...

Escrito por: FranckPalaciosGrimaldo (2010-07-06)


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