Mi hermano el mosquito | ||
Sobre la cama, escucha el susurro, esta
en su oreja, es el mosquito rondando esperando ver la piel, el hombre esta
envuelvo en la sabana, acurrucado, y el mosquito no se va, el hombre se mueve
para ahuyentarlo, y su molesto ruido cuando vuela, desaparece. Pero renace a
los segundos, algunos pinchan la sabana, y él no logra conciliar el sueño,
aunque no lo tenga. Tiene que levantarse temprano, así que
se destapa de la mitad, y algo irritado, manotea para atrapar al insecto, se
sienta al borde de la cama, arrastra las pantuflas, se levanta, de un rincón a
otro, piensa la forma en como puede matar al jodido bicho, y por su mente se le
pasa una alta gama de formas, pues ese hombre era muy creativo; una era hacer
un fuerte con las sabanas, rápido se va a la cocina, agarra la cesta de ganchos,
la escoba y el trapeador. Con cinta, amarra la escoba y el trapeador en los
extremos, y ahora, sobre esas columnas, tiende la sabana dejando una cabida accesible
para él. Entra gateando y se recuesta, bosteza y comienza a serenarse, a
los minutos, los moquitos vuelen al ataque, el hombre hecha una injuria y sale
de su fuerte, sobre ella, le tiende unas frazadas más cerrando cualquier
abertura minima. otra vez gateando, entra, y cierra el fuerte por completo, apoya
el cachete sobre la almohada, relajado, sin ningún ruido que lo perturbe, un
velo de ensueño comienza a cubrirlo, y su cerebro medio adormecido, comienza a
tener los primeros flashes, ve a su hermano, pero trasformado en un mosquito,
que le estiraba en saludo, su mano de mosquito; era como un cabello gigante que
se amengua en el aire, luego se acerco a él, y en un abrazo lo rodeo, clavando
como aguja su pico, el hombre sintió la picadura ¿y que había pasado? el peso
de la cantidad de frazadas se había desvanecido, dejando gran abertura. Y
aunque los mosquitos ya se habían resignado a su suerte, gustosos volvieron
para aprovecharse del alma dormida. | ||
Escrito por: Violinista (2010-06-17)
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Ranking: 5.0/1 | ||
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